miércoles, 25 de mayo de 2011

Quien acostumbre a minimizar sus propios valores, a criticarse duramente y a pensar que los demás lo hacen todo mejor y son más listos, deben corregirse de inmediato. Estas claves, ejercitadas con mucha constancia y rigor, ayudarán a conseguir una autoimagen más positiva y sólida, a prueba de zozobras circunstanciales. Por Agustina López de los Mozos y Begoña Francoy

1- NO IDEALIZAR A NADIE
  2- EVALUAR CUALIDADES Y DEFECTOS
  3- CAMBIAR LO QUE NO GUSTE
  4- CONTROLAR LOS PENSAMIENTOS
  5- NO BUSCAR LA APROBACION DEL OTRO
  6- TOMAR LAS RIENDAS DE TU VIDA
  7- AFRONTAR LOS PROBLEMAS  RAPIDO
  8- APRENDER DE LOS ERRORES
  9- PRACTICAR NUEVOS COMPORTAMIENTOS
  10- NO EXIGIRSE DEMASIADO
  11- DARSE PERMISOS
  12- ACEPTARSE EL PROPIO CUERPO
  13- ATENDER LA SALUD
  14- VALORAR EL PRESENTE
  15- VIVIR LA INDEPENDENCIA



1 -NO IDEALIZAR A LOS DEMÁS
El primer paso es dejar de compararse. Es muy frecuente que cuando alguien se mide tomando como parámetro a los demás tienda a ponerlos en un pedestal –todo el mundo es estupendo y tú, peor-, cuando en realidad todos los seres humanos tienen cosas positivas y cosas negativas. Quien aprende a no compararse con la gente que le rodea deja de minusvalorarse y no siente envidia.

2- EVALUAR CUALIDADES Y DEFECTOS
Hacer inventario de los valores positivos de uno mismo, y tenerlos muy presentes en todo momento. Todo el mundo los tiene, lo que ocurre es que estamos acostumbrados desde pequeños a fijarnos en lo malo y a no valorar lo bueno que hay en nosotros.

3- CAMBIAR LO QUE NO GUSTE
En cualquier caso, si algo propio no gusta porque no responde a nuestros objetivos en la vida, se puede cambiar. Ahora bien, tampoco hay que empeñarse si en el fondo vemos que no compensa el esfuerzo que requiere, como, por ejemplo, ganar los mundiales de natación o aprender a conducir después de veinte años intentándolo, en cuyo caso lo que será preciso aprender es a decidir que no saber hacerlo no es un drama y olvidarse del asunto. “Lo que hay que saber -afirma la psicóloga Carmen Serrat- es que no son las circunstancias las que hacen sufrir, sino la forma de valorarlas”.

4- CONTROLAR LOS PENSAMIENTOS
Se trata de aprender a pensar de otra manera; es decir, controlando esa voz interior, ese diálogo con uno mismo en el que nos ponemos a caer de un burro, criticándonos al más mínimo fallo o error. Un adulto con poca confianza en sí mismo puede –y debe- cambiar esta
manera depensar. El mecanismo es muy simple: mantenerse alerta en todo momento para, cada vez que venga a la mente un pensamientoautodestructivo –del tipo de “soy un desastre”-, tratar de sustituirlo por otro más positivo –“si en esto no soy muy bueno, en eso otro sí”-. A esto los psicólogos lo llaman sustituir los pensamientos irracionales por pensamientos racionales. Esto es muy importante, dado que la forma de pensar incide sobre los sentimientos y sobre el comportamiento. Por ejemplo, quien sueña con conseguir un puesto de trabajo y cree que no vale nada, ni siquiera intentará hacerse con él, mientras que quien se acepta como es, con sus defectos y cualidades, pondrá en marcha una estrategia para conseguirlo.

5- NO BUSCAR LA APROBACIÓN DE LOS DEMÁS
Quien pretenda gustar a los cuarenta millones de españoles está luchando por un imposible. Es fundamental fiarse de la propia opinión porque, se haga lo que se haga, siempre habrá alguien que no esté de acuerdo. Lo que hay que hacer es actuar correctamente, de acuerdo plenamente con nuestra propia escala de valores. Si se actúa para agradar a los demás, uno acaba perdiendo los propios objetivos en la vida y se dejan de hacer muchas cosas beneficiosas.

6- TOMAR LAS RIENDAS DE LA PROPIA VIDA
No hay que dejar que los acontecimientos nos arrastren ni conformarse con las circunstancias que se encuentran; hay que salir en busca de circunstancias más favorables.

7- AFRONTAR LOS PROBLEMAS SIN DEMORA
Pero sin agobiarse; los problemas requieren un tiempo para solucionarse. Basta con establecer una cita para afrontarlos. Hay que dedicar un tiempo para pensar en ellos, buscando soluciones y si no la tienen, hay que olvidarse de ellos.

8- APRENDER DE LOS ERRORES
Aprender de los fallos cometidos para actuar mejor en la próxima ocasión. Pero una cosa son los fallos -inevitables- que se pueden cometer y otra es que por un error pongamos en cuestión nuestra valía como personas.

9- PRACTICAR NUEVOS COMPORTAMIENTOS
Confiar en la propia capacidad para mejorar. La clave está en practicar mucho los nuevos comportamientos -una vez que nos hemos autoevaluado con mayor comprensión- hasta que acaban saliendo de forma espontánea.

10- NO EXIGIRSE DEMASIADO
Eliminar el afán de perfeccionismo. El exceso de autoexigencia es una de las grandes causas de los déficit de autoestima. Si se pone el listón muy alto, si nos exigimos dar 10 en todo -algo prácticamente imposible de conseguir-, además de criticarnos continuamente por no lograrlo, nunca nos daremos ocasión de elogiarnos. Pero también sucede que quien lo pretende hacer todo perfecto se priva, igualmente, de hacer cosas por miedo al fracaso o al ridículo. Mucha gente no se embarca en nuevas experiencias porque teme no estar a la altura de las circunstancias.

11- DARSE PERMISOS
Ser comprensivo y tolerante con uno mismo. Cuantas menos licencias nos demos, más veces minaremos nuestra autoestima y más veces nos sentiremos mal. Para ello hay que tomar conciencia de los deberes que nos imponemos: ser buen profesional y buen amante, estar impecable a todas horas, ser un padre o madre perfectos... Y luegoplantearse muy seriamente que no es necesario cumplirlos todos a rajatabla. No pasa nada si un día se está de mal humor o se les dan tres gritos a los niños...; en ese caso se debe decir: “Lo he hecho mal, mañana lo haré mejor”.

12- ACEPTAR EL PROPIO CUERPO
Aprender a amar el propio cuerpo, porque nos tiene que acompañar toda la vida. Si algo no nos gusta de él -exceso de peso, una nariz prominente, piernas cortas o manos muy grandes-, se puede modificar para que no nos haga sentir mal. Y si no es posible corregirlo, es preciso aprender a vivir sin pensar en ello y no permitir que los demás nos dicten qué es lo atractivo.

13- CUIDAR LA SALUD
Sentirse bien influye positivamente en la autoimagen. Los hábitos de vida saludables, el ejercicio físico, una buena alimentación... son costumbres a adoptar. Hay que tratarse como lo que somos: personas importantes y únicas.

14- DISFRUTAR DEL PRESENTE
Disfrutar de los pequeños placeres que ofrece el presente, desde un baño de sales a un paseo o a una charla con los amigos. No hay que dejar de gozar de estos placeres cotidianos por estar enfadado o porque se tenga que hacer algo después. Pasárselo bien, hacer cosas agradables, es fundamental para sentirse bien y juzgarse con comprensión y tolerancia. Algo perfectamente compatible con las obligaciones inevitables.

15- SER INDEPENDIENTE
La libertad -pieza clave de la autoestima- está reñida con la dependencia psicológica y material.

CON EL ASESORAMIENTO DE CARMEN SERRAT, PSICÓLOGA DEL GRUPO LURIA.